28 enero 2010

Entre risas y vinagretas

Hoy en el espacio laboral se ha producido una tertulia espontánea sobre vinagretas...y otros placeres. Eso después de que alguien ha sacado de un archivador dos tabletas de chocolate negro, una con trocitos de naranja y otra (que ya no me acuerdo). Hummmm decíamos mientras engullíamos y pensábamos en los “michelines”, los míos tengo claro (seguramente es esta una de mis mayores certezas) que jamás me abandonaran y me dan una cierta sensación de fidelidad.
Decía que de la degustación de chocolate hemos pasado a hablar de múltiples vinagretas para múltiples ensaladas. Nos gustaba la idea de sentirnos gurmets con algo tan asequible. Vinagretas con mermeladas, con trocitos de naranja seca, de miel, con roquefort.
Nos imaginábamos los sabores y repetíamos hummmmm igual igual que cuando tragábamos chocolate, porque en el fondo, es muy cierto que a la mente le es igual el placer real que el imaginado y activa los neuropeptidos de la misma manera en uno y en otro caso. Aunque eso es materia para otro post.
Porque en el fondo el mayor placer no eran los manjares sino la conversación amable, las risas, el compartir, el contacto.
Aunque yo esta noche probaré la vinagreta de mermelada!!!!!!!!

21 enero 2010

No nos para de latir el corazón

Me gusta hablar del silencio y asumo esa contradicción porque seguramente la experiencia del silencio es tan profunda, transformadora y vital que admite palabras que lo expliquen o se acerquen a explicarlo.
Normalmente pensamos que hay silencio cuando no hay sonidos externos y esa es una manera parcial de sentirlo, porque olvidamos que cuando el ambiente se silencia, nuestro pensamiento sigue alborotando (la loca de la casa decía Santa Teresa) para dificultar el encuentro.
Intentar traspasar el pensamiento para llegar hasta el silencio es un trabajo que se proponen los meditadores para llegar a ese espacio de nutrición y paz, de perfecta realidad.
Esta mañana en mí lugar de meditación, una vez relajado el cuerpo y no haciendo mucho caso a los pensamientos que me llevaban del pasado al futuro, he sentido de una manera muy consciente algo por normal sorprendente: mi corazón latiendo.
Ha sido un momento de conexión con la vida, de conciencia de mí presencia aquí en este mar de existencia donde tantos corazones latimos. Un momento de absoluta presencia.
Luego mientras desayunaba la radio me daba el parte del drama diario de Haití dónde muchos corazones han dejado de latir. Los corazones de los más pobres……..como siempre.

20 enero 2010

Que no cunda el pánico

Este blog que tiene un carácter intimista, e íntimo por las poquísimas visitas que registran los espías que las cuentan, está como excitado por la impresión de haber recibido 40 visitas en un solo día para leer el post dedicado a Isabel.
Gracias de nuevo Isabel, no hay como que tu seas una mujer querida para que se active mi blog.

El bolg que ustedes ahora leen, con el tiempo se ha vuelto vago porque a quien lo escribe le aquejan grandes ataques de pereza y lo inmoviliza durante meses.
La estrábica voz, me ha dejado muy clarito en un comentario anónimo, pero que yo he identificado rápidamente, que no está dispuesta a aguantar un esfuerzo como el que acaba de vivir. Abriéndose y cerrándose sin parar y soportando tanto comentario (5) !!!!!!!! Así qué, me ruega que recuerde nuestra vocación de discreción.
Yo lo entiendo que caray!!! Estamos el blog y yo, acustumbrados a un silencio fértil, a algun comentario amoroso e indule¡gente que nos permite estar en este espacio tan confortable del semi anonimato. Así que desde aquí te digo perezoso blog:

Que no cunda el pánico!!!!!

Porqué en un "plis" volveremos a nuestra pequeña e íntima presencia en la blogosfera, gestionando nuestras emociones que interesan a poquita gente y podremos así continuar hablando en susurros.
Te lo prometo!!!!!!!!!

19 enero 2010

Los verbos de YESOUISI

Entrar con las emociones revueltas y asomarte a los colores que salen a recibirte de unos lienzos que vibran para recordarte que “la vida es danza”.

Empezar con cierta idea de pérdida y de pronto recordar algún momento de plenitud.

Mirar al centro de un@ y generar nuevos caminos que nos llevan a nuestro ser de luz.

Oír palabras maestras de una “maestra” que mira más allá de ti.

Sentir su voz que resuena por antigua con palabras nuevas dichas en voz baja

Relajar cuerpo y mente para esperar el milagro cotidiano de la unidad mientras sonríes

Saberte eterna y a la vez condicionada por una mente dispersa

Descubrir una idea de libertad y escribirla para que no se pierda

Crear un espacio de amor donde cultivarse

Estar y palpitar
En yesouisi
Para SER

18 enero 2010

Isabel Rojas


A veces siento que la dignidad humana se encarna en algunas personas que a pesar de la dureza de su vida no cejan en sus propósitos que poco tienen que ver con ellos y sí con todos.

Es la generosidad, el amor a la vida, el respeto por el otro, por los otros. Se trata de quienes han entendido e integrado que vivir es servir. De aquellos que no tienen tiempo de mirarse el ombligo porque hay otros ombligos que no mira nadie.

Cuando aparece una persona (son muy poc@s) con estas características tod@s somos capaces de reconocerl@s y sentirl@s próxim@s. Mirarl@s y tocarl@s nos provoca un bienestar que nada tiene que ver con la vacua admiración del ignorante, sino con el corazón del sabi@ que tod@s llevamos dentro y que reconoce lo autentico. Ese reconocimiento nos da esperanza de que tal vez algún día nos reconozcamos a nosotr@s mism@s en esa dignidad que nos humaniza.

El pasado sábado Isabel Rojas cumplió medio siglo. Isabel es una de esas personas dignas. Una mujer valiente, llena de hándicaps a los que planta cara sin apenas hacer ruido. Su enfermedad (ELA) a pesar de su dureza no la tiene sometida, creo que nadie ni nada puede condicionar su libertad.

Isabel es una mujer muy bella, sus ojos azules y su voz de tono profundo siempre han expresado luz y curiosidad y vida. Clara, su hija ha heredado de ella su expresión dulce e intuí al verla que también su tenacidad.

El sábado en la celebración de su 50 cumpleaños su presencia lo llenaba todo porque toda la energía que no se manifestaba en su cuerpo quieto, se esparcía entre los comensales generando un ambiente amoroso de felicidad.
Parecía como si el amor nada tuviese que ver con los límites ni con el sufrimiento y sí con la plenitud de ser. No sé por que karma , circunstancias genéticas o casualidades, un@ entra en la vida y ésta nos esconde su cara amable para mostrarnos sin tregua toda su dureza. He conocido a muchísima gente que delante de un sufrimiento intratable han tirado la toalla para dejar de vivir aún sin morir. Por eso me admira tanto la gente que aún muriendo (decía un maestro zen cargado de razón, que todos estamos muriendo) siguen en la vida gozando del amor y trabajando para mejorar la vida de los otros.
Isabel no te lo dije pero gracias!

11 enero 2010

Un momento


A veces la tarde resbala con una parsimonia excesiva. Entonces las sombras se alargan y los colores se atenúan hasta convertir el paisaje en un espacio mágico.
Cuando esto pasa un punto de plenitud me sobrecoge y me siento feliz!

10 enero 2010

Momentos perfectos III




Me parece que uno de los mejores objetivos a los que puedo aspirar es el de llenar mi mochila vital de momentos perfectos. Para ello es necesario más que crearlos, que también, saberlos reconocer. Los momentos perfectos están en la vida de todos, en el mundo particular de cada uno y sólo es necesario capturarlos con nuestra atención y dotarlos de significado para que nuestra mente los pueda reproducir a nuestro antojo, recrearlos desde la experiencia que da el haberlos vivido.
Algunos ejemplos de momentos perfectos para mí que sucedieron en mi vida la pasada semana:

La mesa de mi despacho por fin ordenada, la temperatura, gracias a la calefacción, cálida. Fuera un cielo gris oscuro contagia el interior de una luz tenue y amiga, la lluvia en el tejado me recuerda cuan protegida estoy, durante diez minutos no suena el teléfono.
Una conversación profunda con alguien que me recuerda que no es posible la plenitud sin alinear la energía física con la energía mental/emocional y con la energía sutil o espiritual y eso en un espacio amoroso de gran concentración. Una pequeña revelación que en ese momento se hace experiencia: La vida es una danza, me regala.
Una tarde casi noche, después de un largo y denso día de trabajo, después de pasear bajo la lluvia con Bruna, mi perra y compañera de piso, después de no dormir apenas nada la noche anterior. Llego a casa, cierro la puerta con llave, desconecto los teléfonos, me pongo mi pijama de franela sólo destinado a ser exibido en mi más estricta soledad. Por los altavoces de mi Ipod la sinfonía de la cantata 18 de Bach………la mente se acopla a la música y los ojos lentamente reposan.
Ayer recibo un mail de alguien querido que me/nos describe lo que para mi es otro momento perfecto:
Mientras escribo veo el amanecer a través de los tejados y antenas de Barcelona,
alguna gaviota que vuela sin jersey ni bufanda… y doy la bienvenida a este
maravilloso día que inicia, doy gracias al sol que seguirá iluminándonos aunque sea
a través de las nubes y os doy gracias por existir, por ser y estar.

Inició el año y nuestras energías siguen moviéndose y moviéndonos. Nuestros
corazones laten y nuestras almas quizá querrían ser como la gaviota que vuela
libremente o más aun, como el águila imperial que no permite que los pollos la
asfixien. Vive en la inmensidad del cielo, en lo alto de las montañas, desde donde
puede observar y ver.

Y por eso os escribo, para invitaros a iniciar el día volando, conectando con
vuestra águila imperial, con vuestro ser real… por las mañanas meditar y dar la
bienvenida al día para iniciarlo con un doble motor, con esa energía invisible que
puede acompañarte durante el día, si le dejas. Observar y ver. Ver y darse cuenta.
Ver y sentir. Sentir es vivir. Vivir es servir. Servir desde la energía invisible
que nos hace trascender.

Perfecto momento el de Míriam que le inspira invitarnos a SER y el mío al leerlo.

08 enero 2010

Momentos perfectos II

Este libro leído en otro momento estoy segura de que me hubiese pasado inadvertido, en cambio ahora ha sido un libro revelador. Trata sobre un ejecutivo de una de las mayores consultorías de EE.UU que a los 53 años le diagnostican un tumor cerebral y le pronostican 3 meses de vida.
Eugene O’kelly que así se llama, se toma un breve tiempo para desesperarse y rápidamente pone todos sus conocimientos, habilidades y aptitudes en vivir con mayúsculas sus tres meses finales. Su personalidad muy racional y planificada se emplea a fondo en el intento y lentamente va descubriendo el placer de la improvisación, la manifestación gratuita de los afectos, la creatividad.
Día a día se va sintiendo sanado, que tiene que ver con su espacio emocional, con su espacio espiritual ya que no curado que tiene que ver con lo físico, con su identidad corporal. ¿Pero no es tan importante lo uno como lo otro?
Para anclarse en la vida en lugar de en el miedo o en la muerte, decide escribir este libro y crear momentos perfectos. Estoy segura de que cuando habéis leído este título, inmediatamente la mente os ha recreado uno de esos momentos. Todos tenemos una idea de cómo son. Para él son momentos de despedida con todas las personas que han sido significativas en su vida. Destina un tiempo a preparar los encuentros y dice adiós. Sencillamente adiós!
Leer a alguien capaz de simplemente decir adiós me parece muy inspirador.
Creo que esto da para otro post de Momentos perfectos ¿no?

Momentos perfectos I


Tengo una teoría o tal vez una creencia que relaciona de una manera sincrónica el mundo externo con el mundo interno. Me explicaré o mejor intentaré resumirlo con una frase: Nada ocurre porqué sí.

A veces se me acumulan pensamientos relacionados con un tema que me preocupa en especial, generalmente por más vueltas que le doy no siento que avance gran cosa, pero la buena notícia es que no me importa, ya no me importa, porque sé que cuando la solución no aparece en el pensamiento, aparece en la realidad externa, en un comentario que me hace algún compañero de trabajo; en una conversación fortuita donde cazo al vuelo una frase “revelación”; en una librería que expone cientos de libros aunque mis ojos sólo se posen en uno que, curiosamente, tiene que ver con el tema de mi preocupación.

Esa manera de obrar me produce muchos beneficios, porque confío que la solución de una manera u otra aparecerá, sólo tengo que estar atenta. También me ayuda a confiar en que la vida es un lugar amoroso y me invita a estar centrada, a buscar la respuesta en el momento presente, en el lugar más inesperado o tal vez más cotidiano.

Podría poner muchos ejemplos, el último: Andaba yo dándole vueltas a la necesidad que valoro como universal de cambiar el paradigma de la muerte en nosotros los humanos. (vereis que cuando me pongo a preocuparme por algo suelo ocuparme de grandes temas, universales, por poca cosa no vale la pena , me aconsejaba mi abuela) En lugar de verla (la muerte) como algo aterrador, sentirla como una singladura en un viaje eterno. Si eso fuera posible seríamos más finfinitam,ente más felices. Si esto es tan importante como dices, apunta la voz de mi yo “crítico” tu este tema ¿Cómo lo llevas? Entonces y antes de que mi mente se pusiera a ordenar ideas, conceptos, emociones y alguna que otra creencia oigo el “clic” de un mail que entra en mi correo, es el de una antigua colaboradora que me envía la reseña de un libro “Momentos perfectos”. Mientras la leo siento que aquel libro me va a seguir ayudando en esta gran transformación que significa dar sentido a la vida perdiendo el miedo a perderla. Hago gestiones en algunas librerías está agotado y finalmente lo consigo.
Lo leo y………. de nuevo ocurre el milagro y la revelación.
En el próximo post “Momentos perfectos”


P.D Ilustra este post una foto capturada del fotoblog http://montse-unamicadetot.blogspot.com/ que, otra sincronía , con esta foto nos desea para este año “moments especials”.

05 enero 2010

Ya vienen los Reyes!!!!!!!!


Aunque parece que algo pasados por agua.
Recuerdo, y no quisiera parecer la abuela Cebolleta, una cabalgata de hace bastantes años. Marc i Roger todavía eran niños. Hacía frío, salimos a la calle abrigados y felices, mi padre, Enric, los niños y yo.
Los Reyes tardaban en venir, porque siempre los esperábamos cerca de casa, o sea hacia el final del trayecto donde la cabalgata ya pasaba algo deshilachada hacia las cocheras. Aunque eso no parecía ser un problema para los pajes que seguían sacando caramelos de un saco sin fondo y repartiendo con la generosidad con la que imaginamos a tan ilustres personajes.
Los niños, me refiero a los míos, aunque también los demás, excitados todos gritando al paso de las carrozas para que se fijasen en nosotros y nos tirasen muchos muchos muchos dulces, ya que recogerlos era otro motivo para el regocijo
Parados entre el tumulto de adultos transportando niños y buscando un lugar desde donde ver y recojer mejor, empezó a nevar. Pequeñas volvas de nieve que se deshacían al contacto con el suelo.
Marc, Roger, mi padre, todos reíamos con una felicidad natural y se percibía una ilusión que nada tenía que ver con los regalos, si no con la magia de aquel momento. Los colores de las carrozas, la alegría de la fiesta, se concentraban en aquel trocito de Barcelona que parecía sólo nuestro y como culminación al mirar al cielo para saludar a los reyes pequeños copos de nieve chocaban en nuestras caras. Las mejillas de Marc i de Roger rojas y sus ojos muy abiertos para siempre a la magia.
Al volver recuerdo como si fuera una postal, la Plaza de España con una leve pátina blanca. Parecía nueva y extraña pero tremendamente bella.
A los nuevos padres que hoy estrenan cabalgata les diría que todo lo que allí sucede puede ser mágico, claro que como todo, depende del cristal con que se mire. Los que dudéis preguntad a los abuelos de vuestros hijos.
Muchos regalos para todos

04 enero 2010

Mi particular republica

En el interior de todos nosotros conviven diferentes yoes (egos)
Unos apoyan y otros sabotean. Unos parecen ayudar y otros nos frenan.
Es una república de egos que se pelean por emerger a la mente con ideas, acciones, pensamientos.
Mi particular república de yoes casi siempre anda alborotada. No se me hace fácil poner concierto.
Entonces entiendo lo difícil que resulta sentir algo tan importante para hacernos sentir bien como es la coherencia: pienso, digo y hago sin disonancias.
Cuando mi yo “emprendedor” se pelea con mi yo “comodón” y empieza la pelea mi cuerpo se tensiona y en la pantalla de la mente aparecen las voces:
-Venga va ponte en marcha!
-Ya está bien de tanta obligación ahora no quiero!
-Pues mal te veo con lo que te queda por hacer!
-Que te digo que necesito un respiro………….
A veces aparece mi yo "conciliador" y la situación parece mejorar,
-Bueno a ver los dos tenéis razón así que qué os parecería si……
hasta que entra en litigio mi yo “saboteador” al que conozco muy bien porque tiene una gran habilidad para arrasar con todos mis acuerdos:
-Ya estamos como siempre, es inútil, no vais a llegar a ninguna parte!
Podría seguir porque esto no se acaba aquí….hasta que decido parar la transmisión de este serial permanente, sentarme con la espalda recta, respirar profundamente y dejar la mente en esa quietud que tanto me reconforta.
La pregunta es:
¿Quién ha decidido parar?

03 enero 2010

Manos que escriben

Transcurren los primeros días del año entre la parsimonia de los días en los que no se madruga y el acelerón de llegar a reyes con los deberes (compras) hechos. Aunque parezca contradictorio respiro un cierto equilibrio entre las prisas y las calmas.
Hay tiempo para todo, como reza el Eclesiastés, uno de los más profundos libros de la Biblia (al menos para mi). Ya hemos repasado todo lo que el año ha dado de sí y ha sido mucho pero no demasiado bueno. La ambición de algunos que tienen una manera de entender el mundo y sus cosas, demasiado peligrosa para todos, nos han llevado a una crisis que hemos terminado pagando los que nos levantamos cada día para ganarnos un sueldo que declaramos. La codicia de siempre. Eso también afecta al medio ambiente esa manera de consumir tan desmesurada y sin sentido. En Copenhague apenas se han sostenido algunos acuerdos a pesar de que estamos en grave peligro. Que poco sabemos amar, amarnos y amar este planeta que nos permite la vida.
También ha habido cosas buenas, más sencillas, cada vez hay más personas que se orientan hacia la solidaridad y activan acciones que mejoran el mundo. Cada una de estas acciones nos recuerda nuestra profunda humanidad. Tal vez eso nos salve.
Mientras esto escribo por la ventana entra una luz que me ilumina y veo reflejadas mis manos en la pantalla de mi ordenador. Son manos de mujer mayor que ahora escribe.

01 enero 2010

Mis mejores deseos para este año


Hola y feliz año 2010.
Estas horas que llevo inaugurando este nuevo año han sido especiales. Todas las horas que estrenamos son únicas porque no volverán a aparecer en nuestra pantalla tiempo, pero parece que las que despiertan nuevo año tengan algo de magia y mucho de esperanza.
Al despertar cada primero de año tenía la costumbre de hacer un repaso al año o años vividos, comprobar el estado de mis propósitos, animarme o desanimarme por los logros conseguidos o no.
Este año he mirado hacia el futuro sin evaluación previa. Este año he sentido claramente el camino que mi evolución determina sin mayor esfuerzo que fluir con la vida, con mis valores como mochila.
Para fluir es necesaria la atención, el silencio, la soledad y la compañía ambas dos en perfecta armonía y el amor y la alegría de los otros.
La conectividad con todo, más allá del ego, más allá del pensamiento discursivo. Todos somos uno literalmente.
Nací en un año 55 y dentro de unos meses cumpliré también 55. Siento esa profundidad de lo vivido y también ese espacio amplio de conocimiento y de experiencia.
Estoy feliz, conectada con vosotros y con el mundo.
Gracias por estar ahí família y amigos y por ayudarme a crecer con vosotr@s