25 marzo 2006

Desde la orilla

Desde la playa del mar de Palamós, al fondo el singular campanario de la iglesia, por la orilla una gaviota me mira fijamente, como si invadiendo su espacio le quitase concentración a su paseo lento y errático. El viento frío me invita a cubrirme el cuerpo y dar la cara al mar. Un perro labrador se enfrenta a las olas, nada contra el viento. Pequeños barcos hinchan velas y desde la orilla parecen querer elevarse por encima del agua. Una mujer quieta parece no respirar desde la quietud de su concentración. La miro fijamente y observo que su diafragma se mueve imperceptiblemente, pero se mueve. Cierro los ojos y observo mi respiración, oigo algunas voces ajenas a las de mi pensamiento y la luz me inunda y penetra hasta el espíritu donde despierta la serenidad. Unos minutos más y la percepción se amplia, los problemas disminuyen, la respiración se hace más lenta, los sentidos se abren y por fin una cierta experiencia de vida se me regala. Luego vuelta a Barcelona

24 marzo 2006

Desde la mente revuelta

Todo resulta más difícil cuando nos lo hacemos difícil. Es así, como si de un principio vital se tratara, pero que difícil hacer las cosas fáciles, que tendéncia tenemos para complicarlo todo. A veces cuando descubro a alguien con el don de la simplicidad, de la sencillez, me pego hasta abusar. Mi vida aunque la considero buena, así me informa mi carta astral, se me complica, perdón me la complico, estúpida y periódicamente, a saber: Durante años he ido modelando la casa donde vivo para que fuese un lugar muy a mi gusto, acogedor y estético, práctico y útil, pero cada 2 o 3 años me da el siroco de cambiarme a otro espacio, la idea de empezar de nuevo, de depurar lo antiguo, de estrenar nueva página, nuevo diálogo, de regenerar mis impulsos. Y eso que interesa a mi espacio interior, me somete a un estrés para el que creo no estar preparada. Alguien me dice que la creatividad si no sale me ahoga. ¿Tendrá eso que ver con esa actitud tan mía de nunca estar del todo satisfecha?
Pero sé, profundamente sé, que si no me muevo en la dirección de mi impulso tengo una sensación de muerte. Si no me muevo me muero (en un sentido figurado) no avanzo, me pierdo oportunidades. Alguien que lea esto me diría: “tal vez no se trate de andar si no de pararse y conocer bien el paraje donde uno vive y descansas) Bien mi cabeza no para y arrastra al corazón.
Tal vez deba meditar (más)

23 marzo 2006

Desde alfil dos reina

Vuelvo a disfrutar cada dia de una particular partida de ajedrez dialectico-informàtico-textual. El mecanismo es el que sigue: apertura (peón 2 reina) y aparece un tema relacionado con el saber vivir. El tema tiene que ver con lo interno y profundo de la búsqueda de significado, también con lo relacionado con el entorno, aunque menos.
Mi compañera de juegos es Montse, una casi hermana llamada tradicionalmente cuñada. Ambas nos conocimos jóvenes y ambas nos hemos visto crecer, desde el cariño y cierta distancia que nos ha hecho cómoda la relación, por una vida ya de bastantes años. Nos hemos visto sufrir y reír, hemos compartido ciertas ilusiones y hemos descubierto algunos caminos de utilidad para seguir por la ruta vital en la que hemos coincidido.
Un día, ya no se cuando, descubrimos incertezas comunes, temas sin resolver que cada cual des de su posición intentaba reubicar y entonces compartimos interrogantes.
Otro día, tampoco recuerdo muy bien como fue, iniciamos este juego que nos ayuda a reflexionar sobre el sentido de la vida, de las cosas de la vida y de las personas de la vida (de nuestra vida).
Ha habido algún parón que hace poco hemos reemprendido y ayer Montse me regaló con una frase que me despertó de cierta somnolencia vital. Su jugada fue (alfil 2 reina):
Precisament per això, cada dia em sento més contenta de veure que a la meva edat (solo tiene 54 años), totes les fites que em vaig posan davant les aconsegueixo i és com si anés experimentant cada dia un nou creixement!....
Gracias Montse, es un placer jugar contigo.

21 marzo 2006

Desde los sentidos


Hace pocos días fue mi cumpleaños. Tranquilos no voy a disertar (dar la vara para los más prosaicos), sobre el paso de los años y sus tremendas consecuencias. No. Más bien quería decir que estoy escribiendo estas líneas mientras disfruto de dos regalos preciosos que me ofrecieron el sábado, se trata de un libro CD que Jordi Savall ha editado y dirigido sobre Don Quijote de la Mancha. Hay breves recitaciones del texto i una deliciosa selección de madrigales, villancicos, chaconas y romances que Montserrat Figueres canta, como siempre, de manera espléndida, bien acompañada, también como siempre por Hespèrion XXI i La Capella Reial de Catalunya. Magnífico de verdad. Y lo puedo escuchar gracias a un “aparatejo” que también me han regalado y que me envía un sonido nítido de mi música preferida. Pero ahí no acaba todo ya que aquí sentada me llega un leve perfume de aceite de limón que casi me transporta a otra dimensión donde los problemas de hoy no tienen lugar.
Gracias por regalarme sensaciones

09 marzo 2006

Desde una realidad

Hoy conduzco acatarrada mi coche camino del mar, cuando aparece revoloteando cual pesado abejorro la palabra “realidad”. Rápidamente abro la ventanilla y la empujo con la mano para que se vaya y evitar así el peligro que intuyo. Ella insiste en pasear por delante de mis ojos, pero yo conozco su falsedad y no voy a caer en su trampa. Ésta realidad en concreto no se ajusta a mis intenciones, más bien reivindica su libre albedrío mientras yo comprendo, tras un ratito de análisis, mi subjetividad para con ella.
La realidad generalmente es una percepción, es contra todo lo que pensamos pura imaginación, pero aquí está revoloteando mientras yo hago aspavientos y un coche que pasa por mi derecha cree que en realidad estoy loca.
Un secreto: cuando la realidad no me gusta, procuro cambiarla. Y aunque parece sencillo requiere destreza conseguirlo.

08 marzo 2006

Desde la gripe (II)

Sigue la vida en mi casa, a pesar de mi voluntad de ir a mi puesto de trabajo a descansar, aquí estoy: molida, inundada de pañuelos y acompañada de mi fiel Bruna.
¿Y donde está la maravilla?
Me cuesta encontrarla. Mis ojos llorosos apenas saben posarse en algo que los entretenga del escozor. Mi mente aunque abotargada por la presión busca tonterías con las que entretenerse y no deja de sorprenderme con tanta banalidad. Tal vez la maravilla está en la aspirina que me cortará por un ratito la moquera, tal vez en unas notas sensibles de Luís de Victoria, tal vez en la mirada de Bruna ¿Qué pensará tan atenta?
Tal vez la maravilla está en contemplar otra realidad, la de una mañana en casa. En la experiencia del dolor y la inactividad. No, el dolor es un camino, no una maravilla. Es una oportunidad, no una maravilla. Un reto, no una maravilla.
La maravilla está en la bebida caliente que reconforta el pecho. En el mar, hoy muy presente en mi imaginación. El mar me reconforta y su sonido me devuelve a la placenta rodeada de líquidos cálidos, otra existencia, otra percepción…..luego el tránsito, otro más….siempre en transito

07 marzo 2006

Desde los espejos

Hoy me cuenta Marc que esta escribiendo un texto teatral sobre la clonación. Los clones. Huxley, Bad Raner, el significado, el determinismo, la bioética, el egocentrismo. Ya no es ciencia ficción ni siquiera futuro.
¿Cual es entonces el paradigma,mi paradigma del futuro?

Oscar a Crash. Una excelente película, donde el más abyecto personaje nos sorprende con la más sublime entrega. “el bien y el mal, bailan en la jaula juntos” Dice Sánchez Dragó que cada noche hay que mantenerse la mirada durante 10 minutos en el espejo. Los espejos son objetos mágicos. No hay demasiados de estos objetos que nos devuelven otra mirada, otra percepción. A veces se asoma por los espejos nuestro abismo y nos asusta. También nuestra mirada más deleznable se refleja……el bien y el mal.
Mi paradigma de futuro, decía, algo muy complejo para un post, pero lo tengo aunque a veces pase por él de puntillas.
(Col.lage Una altra mirada, de la exposición La veu Estràbica 1995)

Desde la gripe no aviar (supongo)

Aquí me tenéis moqueando, con los ojos llorosos, con una presión craneal que empuja hacia la inactividad, pero tampoco, porqué la vida sigue y alguna (es un decir) tarea profesional ha quedado pendiente, porqué tengo una compañera de piso que necesita salir 3 veces a pasear y otras cosas más imprescindibles si cabe; porqué esta servidora come (a veces demasiado) y comer implica preparación deglución y digestión (qué pesadilla últimamente), porqué la vida sigue y en este planeta siguen los desaguisados que inquietan mi espíritu, ¿se pude instalar impunemente la mentira el la vida política?, contaminará ésta la vida social, nuestras relaciones, nuestra cotidianidad. La política comercial ya lo está desde hace muchos años, sabemos que cuando compramos nos mienten pero exigimos que se lo trabajen, que nos mientan con clase, anuncios divertidos que nos muevan sentimientos, emociones. En fin que inviertan en mentir, al menos que no les salga gratis. Exigimos aquello de: Dime que me quieres aunque sea mentira.
¿Pero quién dijo inactividad?
El teléfono suena y yo pienso: es alguien que quiere saber como sigue mi proceso gripal, pero no, es la compañía del gas (la de la Opa?) que quieren pasar para hacer la revisión anual. El cartero que me trae la confirmación de un burofax, la vecina que teme que la construcción de unos pisos próximos a los nuestros perjudique nuestras estructuras, Ono, la empresa a la que pago Internet (entre otras cosas) me pregunta que tipo de conexión a Internet tengo, Increíble no? Hay vida en mi casa cuando yo no estoy, que sorpresa!
Por fin mi madre llama para preguntarme si estoy tan mal que no voy a trabajar y le contesto: quien dice que no trabajo?
En fin, creo que mañana me daré de alta haber si entonces descanso.

05 marzo 2006

Desde aquel submundo

Me formulo conjeturas innecesarias mientras llueve intensamente sobre mi ciudad y la temperatura ha bajado. Mi ciudad, el lugar donde nací, aunque entonces, aquella fue otra ciudad, oscura, algo siniestra, pobre, más fría. La ciudad de hoy se abre de nuevo como en el 26 a nuevas y distintas culturas. Cuando niña creí que vivía (era así) en un submundo que no era la ciudad de las flores, los plataneros, las sonrisas y el puerto que intuía los domingo cuando con mi padre traspasábamos los límites y salíamos a las Ramblas.
Hoy fuera de aquel reducto me siento un poco abrumada por una ciudad que crece y en la que apenas vivo.
Me planteo serle infiel, irme a un lugar más tranquilo, más cercano al mar, un lugar donde habitar y envejecer. Una ciudad slow, donde todo esté a menos de 15 minutos. Donde nos conozcamos casi todos (ya no siento necesidad de aquel anonimato de ayer). Soy lo que soy, lo que he ido construyendo día a día y esa imperfección muestro. Es lo que hay.
Me llevaría mis vivencias de aquella otra ciudad más sórdida, pero la luz de ésta de hoy tan repleta de caras desconocidas, de contenedores de basura de basura fuera de sus contenedores y de pequeñas maravillas.
Por eso mi baile de conjeturas me distrae este fin de semana de lo importante. Ser infiel no resulta fácil.

04 marzo 2006

Desde el duelo

Hay instantes en los que parece detenerse el tiempo. Son momentos cumbre; todo en nosotros, sentidos, sentimientos, emociones, se centran, se detienen, se concentran y nuestra percepción se abre de tal manera que tienes la sensación que todo está en otra realidad. Creo que es un momento de revelación, de armonía con nuestra realidad más profunda. El jueves hablamos de este tema en el grupo de duelo y se expresaron algunas experiencias de este tipo que resultaron ser interesantes por su excepcionalidad.
En el viaje de vuelta hacia casa pensaba en José que a sus 88 años viene al grupo para llorar y trabajar su pérdida, para expresar su soledad por la partida de Joaquina. Pensaba en la cariñosa acogida que el grupo le ofreció, en la dureza de la perdida cuando todo el mundo se viene abajo y la dificultad de reconstruir la nueva vida que ya está esperando.
Todo es lo que es y aceptarlo es empezar a reconstruir la nueva casa por sus cimientos.