29 agosto 2005

Entre dudas y dudas y dudas

Leo otros post y me reafirmo en la idea de que cada persona es un universo, matizado, controlado, desordenado, lleno de sorpresas y que la riqueza humana es algo tan sublime como deleznable es la manifestación de su miseria. Bien ya se que no es una idea especialmente original pero ando en esas profundidades laberínticas a las que estoy abonada, cuando leo en el suplemento dominical de El País, la excelente entrevista que Arcadi Espada le hace al Biólogo Ginés Morata y me llega un mal aire que me llena el estomago de brumas espesas y el cerebro de adoquines. El artículo afirma casi lo contrario a lo que mi alegre pensar me viene informando, es decir que estamos determinados en un gran porcentaje por nuestros genes. Estos nos condicionan no sólo la salud (de eso creo que en su momento ya me hice a la idea) sino que parece que también determina el carácter y dice el entrevistado que hasta nuestros valores. Caramba!!! Hacía un momento pensaba de mí universo interno (también el de todos) que era único, personal e intrasferible y este biólogo, ex director de un centro de investigación de biología molecular, viene a decir que no; que esa atracción por la molicie, por la entropía y por el circunloquio que me domina, me viene por los genes transmitidos a mis padres por los suyos y a estos por otros suyos y todos a mí / Amén.

Caminar en compañía de tanto interrogante me abruma, no lo puedo superar. Mon me dice, con ese saber estar en el mundo, tan propio de las personas que aman la vida: ¿Pero porqué siempre estás a vueltas con el interrogante? Sí es cierto lo que dices: es decir, que te supera y nos supera a los humanos la comprensión de ese engranaje complejo de enorme incertidumbre que es la existencia ¿Entonces para qué perder el tiempo pensando en algo que no podemos comprender?

Tanto pragmatismo también me abruma y me gustaría hacer un calculo al estilo de Juan Carlos Ortega para saber cuanto pesan mis interrogantes y que capacidad de aguante tengo para llevar a cuestas a todos ellos sin que merme un ápice de mi interés por el vivir, que es otra cosa que mi interés por la vida. Claro que si mis genes me hubieran transmitido el valor de lo práctico posiblemente ahora no reflexionaría sobre la absurdidad sino que pensaría en como finalizar este post para salir a vivir.

Pues va a ser eso. Voy a salir a pasear y prometo no mirar al suelo para recoger otro interrogante cualquiera que se me ponga en los pies y hablar sobre la belleza de las cosas pequeñas y planificar el fin de semana y …… pero que es esto? De pronto me veo reflejada en la luna de una tienda de ropa y detrás de mi me ha parecido ver un siglo de contradicciones que me ha sugerido la idea de ……….
En la imagen // quatre idees sobre el silenci//de l'exposició la Veu Estràbica.

25 agosto 2005

Entre(tiempos)

Paseo por el camino de ronda, recuperado por el Ayuntamiento no hace demasiado tiempo, y que parte del Mirador del Alcalde y rodea el Castillo de Montjuich, entre pinedas y siempre el mar, portuario y enorme de fondo.
Es la siempre presente Montaña; allí nació mi padre en la calle de la Primavera nº 11, me dijo poco tiempo antes de morir y conservo vivos recuerdos suyos que me devuelven un niño travieso bañándose en la fuente dónde una hermosa joven de mármol lo contemplaba. También allí, de pequeña pasé domingos de vertigo en el antiguo parque de atracciones; aprendí a nadar en la piscina municipal que después sería Olímpica; más tarde en la adolescencia descubrí la belleza de lo sencillo en las piezas románicas que el actual MNAC continúa ofreciendo, ya remodelado y visiblemente mejorado. Descubrí lo paseos románticos por los jardines decimonónicos de la Font del Gat; la existencia de otras culturas y otras costumbres en su expresión más cruel de las cabezas reducidas del Museo Etnológico. Más tarde el cementerio, una enorme ciudad de los muertos y el valor de la vida por la crueldad de la pérdida.

A lo largo de mi vida en este lugar tan lleno de sorpresas he vivido muchos buenos momentos ligados a los afectos, paseos con personas que he amado, los últimos paseos con mi padre semanas antes de su muerte, sentados delante del Pueblo Español despidiéndonos de su presencia.

Pero tambien la Montaña a lo largo de los años me ha
ayudado a mejorar mi percepción sobre los espacios creativos propuestas antiguas y nuevas creando una red de espectáculos teatrales, musicales, plásticos. Recuerdo algunos “grecs” inolvidables o aquel Shakespeare con Marc dónde decidió profesionalizar su pasión por el teatro. Espero cada año con impaciencia la programación que la Fundació CaixaForum hace de su festival de Música Antigua, la buenas exposiciones en la Miró, especialmente la exposición de mi admiradísimo Jirí Kolár que tuvo consecuencias inesperadas en mi propia creación.

Siento que he recibido mucho de mi particular montaña mágica y cuando me adentro en ella siempre me ofrece aquello que exactamente necesito, como si me identificara como la niña estrábica que hace 45 años paseaba ya por sus laderas buscando recoger algún interrogante que ponerse por sombrero.

Sigo paseando sus entrañas , como hoy, para poner mi cuerpo en forma mientras mi espíritu se regocija con el encuentro y mi mente saluda a todos mis otros yos que van saliendo al paso para recordarme que aunque pasan los años, mi niña, mi adolescente, mi mujer enamorada, mi adulta triste, mi yo artista, mi yo hija, mi yo madre, la mujer madura que hoy me representa se pasean todas juntas y la Montaña nos sigue acariciando y nutriendo esta personalidad contradictoria, inquieta, calmada, alegre y triste creativa y destructiva que la vida y tal vez un poco yo hemos ido dibujando a través de lo que sin duda más necesito después del afecto, la creación. Es entonces cuando comprendo la necesidad de los recuerdos. Tal vez sea por eso que vivo tan cerca de ella.


21 agosto 2005

Entre, para, por, sobre Berlín...el cielo

Eso que te sucede tiene varias interpretaciones, dice un hombre mayor a una joven que lo acompaña: Todo depende del color del cristal. Camino tras ellos guardando su espalda y me viene al pensamiento una escena de una de mis películas favoritas “El cielo sobre Berlín” del maravilloso Win Wenders; la imagen de un ángel con un gabán largo observando, escuchando aquietados nuestros monólogos erráticos, circulares, ansiosos. Desde un silencio nuevo pero eterno. El ángel que nos aguarda.
Les dejo al doblar la esquina con la sensación que la conversación seguirá creciendo hacia la comprensión del concepto de relatividad, es lo que el hombre quiere transmitir: se aprende a vivir viviendo, cayendo y levantándose.
Una niña pasa por mi lado y le dice a su padre: mira papá un firmamento y le señala una tela estampada de soles, lunas y estrellas expuesta en una tienda de mercadillo. Me sorprendo por la utilización de la palabra “firmamento”, me parece bonita, tan inusual. Le regalo (a la niña) una sonrisa y me regalo una mirada lenta a un firmamento claro aunque con nubes que reflejan una luz nítida y sospecho que segura.
¡Si lloviese! dice una señora atenazada por tanto calor inmerecido mientras mira las nubes de este cielo de agosto, en su sonrisa aquella esperanza de lo que se cree imposible.
Me gusta la lluvia ya superado el miedo al “Diluvio Universal” que experimenté en la infancia. Me gustaría, como a la señora, que lloviese, aplacar el calor y observar de nuevo el milagro del agua caída del cielo.

En la imagen//En última instáncia// de la exposición: La veu estràbica


18 agosto 2005

Entre dos luces


Uno debe vivir en el lugar donde vive su gente, me dijo un día Roger , él tiene la virtud de haber nacido con aquel conocimiento profundo que tienen las personas de bien, esa sabiduría innata que surge de un espacio mas allá del pensamiento. Creo que tiene razón y aquí estoy en esta ciudad mía que destila pasado y sobriedad, en la que por cada grieta puedes atisbar un trocito de futuro.
A veces creo que también amanece en ésta ciudad; entonces entre el cemento aparecen los primeros rayos de sol multiplicando su luz en los espacios acristalados, disparándola a todos los vientos mas mansos y silenciosos ahora. El cielo aparece y los coches disminuyen su velocidad, aún sin pretenderlo. Es momento de que los pájaros, libres o cautivos ensalcen con trinos el instante, es momento para que los árboles respiren profundamente y se atusen las ramas; los limpiadores de la ciudad sonrían (algunos porqué termina su jornada), las fuentes ofrezcan sus aguas mejor depuradas.
Aparecen en los mercados y los comercios los panes y los peces que un poco mas tarde saldremos a ganarlos con el sudor de nuestra frente. Las aceras esperan los primeros pasos, se apagan las farolas con la luna, se encienden ventanas dibujando puzzles de edificios. Es momento de silencio, de cierto recogimiento para sentir que el rito continúa, que la conciencia está atenta al momento del resurgimiento. Es tiempo para sentir ese asomo de trascendencia que nos obliga a estar más comprometidos con ese primer día del resto, para agradecer que una (yo en este caso) viva dónde de debe vivir, al lado de las personas que ama, y agradecer que cierta sabiduría me sea transmitida, en este caso, por mi hijo.

16 agosto 2005

Desde el rincón de la niebla


AMAR-
te
AMAR-
nos

Es viernes
y sin embargo
la luz
no se filtra
por la grieta

y sin embargo
cada mueca
de tu cara
requiere destreza
de dibujante,

y sin embargo
el tono
de mis palabras
es azul gris
indefinido

y la frialdad nos besa con sonrisa de domingo




CAMINAR
a su lado
por un mar de vidrios de colores
a su lado
por el desastre de cada noticia
a su lado
por la oscura ficción de las imágenes

ATRÁS
en el atrio un viejo invoca,
una figura pintada le sonríe
la salvación parece un gesto
el perdón se baña en el charco
la piedad ríe

ATRÁS
árboles mordiendo raíces
cloacas que anidan palomas
adoquines disparando preguntas

ATRÁS

CAMINAR A su lado
UN PASEO de SILENCIOS convocados


Poemario Desde el rincón de la niebla; libro los Verbos de Nüur
Collage: Interior amb vistes de l'exposició La veu estrábica Barcelona 1995

14 agosto 2005

Entre círculos

Anoche la chica con patines servía refrescos, no era rubia, no tenía ojos claros ni piernas largas, su respiración destilaba un cansancio propio de la hora, tal vez también de la vida. Alrededor de la mesa las risas de mis amigos comentando la película aún con fotogramas en los ojos. La película “Usted primero” de Pierre Salvadori, un canto a las buenas intenciones, a los buenos sentimientos a través de la culpabilidad, con un punto de ironía y de excelentes modales. La pregunta que recorre la mesa es: ¿Qué pasa cuando le salvas el día, el momento, las vacaciones, el fin de semana a un desconocid@? ¿Existe ese haz invisible que te une brevemente a ese alguien anónimo? ¿Cómo es de intenso el momento del desconcierto y cómo eso se traduce en curiosidad hasta llegar tal vez a la rutina? Mis amig@s parecen interesados en el tema.
La chica de los patines nos trae la cuenta con la cautela con la que pasaría una nota para una cita. Le sonrío y pienso, para mí, si las ruedas de sus patines la van a llevar más lejos o si tal vez ella prefiera andar en círculo.
Trazo mi propio círculo partiendo del centro de la ciudad hacia mi barrio, cada día mas sucio pero eso sí, abierto a todas las culturas.

13 agosto 2005

Entre calor y lluvia


12.00 p.m.
Comenzó la mañana con calor sofocante y una sorpresa que llevar a los sentidos: La lluvia y después aquel aroma a tierra mojada de la infancia, (alguien dijo nuestra patria). Mientras, las Vainicas llenaban la habitación de música, de ironía y de voces tanto tiempo compañeras; mientras, dos msm recordándome que estoy y que estáis.
Me llama Helena para decirme que ya está harta de reciclar tanta miseria, que siga yo sola en el empeño. Yo sé que ella es incansable; pero Helena, le digo, si llevamos así 20 años! Hay momentos en que una sólo está para que la besen, me dice; lo entiendo, la entiendo.
Voy a preparar unas verduras agridulces para comer, por la tarde un cine, algunas risas, una conversación como preludio de vacaciones con fondo de mar y......

12.00 a.m.
Parece finalmente que la noche ha refrescado y nos invita al paseo, Bruna mi compañera de piso y también mi perra, se alegra de mi decisión de salir a andar por las calles alborotadas de mi ciudad cada día mas multirracial y desordenada. Desde la tranquilidad de la noche pienso en el tiempo y su relatividad, en Carmen y Manuel que hace tres semanas han perdido a su hijo Héctor de 16 años, pienso en el largo camino de dolor y ausencia que les espera, pienso en su soledad a pesar de toda la compañía que envuelve los primeros días de duelo y pienso en la muerte y como ella me acompaña (nos acompaña) por los caminos de la vida. Llego al portal de casa, se acerca el momento de apagar el pensamiento, abrir un libro y evocar algún sueño......espero que placentero.

08 agosto 2005

Entre acordes


Hoy el País dominical trae una entrevista con Jordi Savall, siempre me interesa lo que cuenta, lo siento cargado de sabiduría, en un mundo más harmónico; su nombre en mi pensamiento siempre está ligado al olor de madera antigua, a acordes desafinados para afinar instrumentos y paradójicamente también al silencio, envoltorio natural de la música.
Luego me levanto para elegir una pieza. Hoy, un poco dirigida por sus comentarios sobre Marais elijo la banda sonora de la película de Alain Corneau “Tous le matins du monde”. Ahí están sus acordes esparciendo el espíritu barroco por el ambiente zen de mi casa, atravesando paredes y ventanas para esconderse también en otros oídos tan ávidos como los míos de más sonidos intemporales. La música antigua y especialmente la polifonía barroca me serenan y siento un sentimiento que parece trascender el tiempo, elevar el espíritu.
Me fascina una y otra vez dar vueltas por el MNAC, contemplar las figuras hieráticas y en cambio llenas de expresión, de movimiento; sus colores vivos, básicos e intensos, seguramente se trata de la belleza tratada sin pretensiones: La simplicidad, la sencillez, la autenticidad.
Entonces si dejo dar una vuelta a la imaginación entre piezas románicas o músicas medievales, a la vuelta me ofrece un pensamiento muy ligado a la reencarnación de mi espíritu en alguna iglesia románica tal vez pintando un fresco, o en alguna orden cisterciense cantando gregoriano; mi imaginación tiene la peculiaridad de salir conmigo y volver con otra.
El CD de Marais se silencia, ya hace rato que terminé de leer la buena entrevista con Savall; estoy de acuerdo con él, la música nos indica un cierto camino de trascendencia. Llega el mediodía y la casa se llenará de gente querida, de nuevas vivencias, seguramente de planes de futuro. Pasado, futuro dos caras de la misma moneda.


A la imatge /Quin soroll el meu esperit/ de l'exposició La veu estràbica: Barcelona 1995