Ganarás el pan

Los fines de semana tienen el placer de lo diferente, se rompen los hábitos y se construye el ocio. En ese espacio aparece lo no habitual pero más placentero, lo más esencial que no es otra cosa que vivir desde uno mismo y se aparcan las obligaciones, la limitante creencia de “ganarás el pan con el sudor de tu frente” o lo que es lo mismo “sobrevivirás a golpes de infelicidad”.
Algo falla en la fórmula del vivir que hace que tan poca gente se levante con la sensación de que hoy es un campo de infinitas posibilidades todas confabuladas para hacer de ese día un lugar de creación.
Afinemos nuestros sentidos, démosle al cuerpo lo que le va bien al cuerpo, silenciemos la mente por un corto tiempo y agradezcamos todas las cosas que nos van a suceder.
Pero no sólo los fines de semana, especialmente mañana lunes, en los días lunes se acumulan un mayor número de muertes
¿Por qué será?

La magia de cada día

Día intenso y lleno de magia.
A las 6 de la mañana el agua se desliza clara y templada por mi cuerpo para preparar una sesión de meditación serena tras la cual un paseo lento con Bruna por unas calles que ya empiezan a mostrar la vida.
De vuelta a casa la tetera silba, el agua está preparada para el te, las tostadas de pan de centeno preparadas. A comer.
Ya en mi despacho, una horas de concentración en los números. Mañana aprobamos (espero) el presupuesto. Será un día largo de trabajo.
Reflexiones con una tocaya sobre el signidficado del trabajo y del trabajo en equipo. Buenos acuerdos.
A medio día yoga y conversación interna sobre el miedo con respuestas internas profundas , alentadoras e interesantes que me han llenado de alegría.
Tarde libre y paseo por el camino de Ronda de Montjuich, al fondo el mar y a media vista el puerto y su actividad permanente. Bruna corre libre, alegre y feliz. Yo intento pasear con la mente tranquila, concentrada en la belleza del momento. El camino se hace agradable y solitario, ahora sol, ahora nubes dibujando una paleta de grises que crea un ambiente nítido y cargado de emoción.
Luego tarde de compras y meditación final. Esta noche me esperan descanso reparador y felices sueños.
No es mágico?

Semana Santa III

Un Viernes Santo cuajado de cariño, de paseo nostálgico por nuestros barrios de origen. Teresa algo emocionada recordaba calles, situaciones y murmuraba “cómo cambia la ciudad” yo interpretaba que decía “como cambia la vida” y la recordaba a ella muy joven llevándome a la escuela por estas calles que hoy paseábamos, y que ahora ella ya anciana y yo muy madura repasábamos en aquel espacio renovado, porqué es cierto que todo cambia y las ciudades y las personas también, como en un suspiro nos habíamos puesto tan mayores y parecía que ahora yo la llevaba a ella.
Comida sana al mediodía con un punto de espiritualidad compartida y el reencuentro con Mon ausente todo el día.
Llega la noche y la recibo con alegría.

Setmana Santa II

Esta mañana las agujas de la acupuntura han hecho su labor para descongestionar mi hígado que sufre de antiguos achaques emocionales. Para ello Montse Baiget mi particular acupuntura cuida mis canales energéticos y mientras la sesión dura siento la energía correr por mi cuerpo provocando emociones, cosquilleos, punzadas.
Por la tarde disfruto especialmente con una película de las mejores que he visto que acercan a la idea de la mística “El Gran Silencio” me la recomendó Montse Subirats y como llegué tarde y ya no estaba en la cartelera decidí comprarla y no me arrepiento. Tres horas de silencio compartido, de serenidad en el corazón de los monjes y en el magnífico paisaje que les rodea. Las 4 estaciones reflejadas en una vida uniforme y repleta de armonía, diría que de Dios.
Puede parecer incomprensible en el siglo XXI una vida monástica donde el silencio es su principal valor, sólo interrumpido los días de fiesta, dónde comparten comida y charla. En cambio personalmente creo que hay una gran verdad en el modo de vida de los monjes cartujos como es el caso o cistercienses o trapenses o budistas, no importa por qué todos persiguen lo mismo: la experiencia de la unión con Dios o la Clara luz o Suprema energía.
La pantalla muestra durante unos largos segundos, los rostros de cada uno de los monjes y me parecen todos y cada uno de ellos seres superiores, seres que han entendido en esencia la combinación entre el mundo interior y el mundo de las formas, personas capaces de oír su verdad desde el cultivo del silencio.
La película recoge de una manera sugerente la luz que me lleva al recogimiento, las imágenes de comida sencilla, el trabajo diario de unos monjes que hacen suya la frase “ora et labora”, pero especialmente me ha subyugado como las cámaras han captado la naturaleza que envuelve y da sentido a una determinada manera de sentir la vida. El sonido de la lluvia, de la nieve al caer, el correr del agua, el viento.
Un placer para los sentidos y un delicioso placer para el espíritu.

Semana Santa I

De nuevo doy vida a este intermitente blog.
Quiero escribir un nuevo post aunque no sé muy bien que contar. Mi pasión por las palabras ha vencido hoy la indolencia que me paraliza después de las 9 de la noche. Veamos el domingo fue mi cumpleaños, también el de Maruja Torres que a sus recién estrenados 65 reflexiona en su espacio fijo del País sobre el silencio de la vejez.
Veamos, Marc está en el Teatre del Raval, con un texto divertido y lleno de sentido. El teatro se le llena y parece feliz, yo también.
Veamos, es Semana Santa y Bach llena mi casa de místicos sonidos. No voy a trabajar y disfruto de mi casa, de mis libros, de la música que me gusta, de los paseos y las conversaciones con Mon, de la comida ligera pero rica y de cierta energía que me visitó la madrugada de mi aniversario y que creo aún me acompaña.
Veamos el día 4 de abril se presenta la publicación de mi poemario “Por siempre navegante” se trata de un poemario que escribí hace años. Me siento muy contenta de tener la oportunidad de publicar un trabajo al que le tengo especial cariño.
Veamos, siento un ámbito de paz y libertad en un espacio interno que cultivo y que crece día a día. Me siento feliz y agradezco.