También yo hago mis esfuerzos por ser feliz y también tengo alguno que otro catálogo de buenas practicas que de desarrollarlas un poquito más, hasta podría escribir otro libro de autoayuda que llevar a las estanterías de Exel.lent, la librería. Tranquilos amigos, no lo haré. Por hoy basta. |
26 febrero 2006
Desde y para ser feliz
24 febrero 2006
Desde la rosa del desierto
Ayer en el restaurante mientras la camarera, con su túnica negra escanciaba el té verde y dulce en los vasitos de vidrio pintado con doradas cenefas y tras un suculento cus-cus, me sentía serenamente feliz. Roger decía apreciar el anonimato de vivir alejado del centro de trabajo, una gran escuela llena de niños y padres. Marc apreciaba su actual vida y reivindicaba su espacio de “pendoneo” Tania, la organizadora de la cena, disfrutaba de la buena mesa, del ambiente, de la conversación, admira a Enric por saber ser feliz en cada momento, pero ella también lo sabe ser. Una cena tranquila y deliciosa.
Ya en casa cansada pero muy despierta, atenta al momento me sentía feliz, percibía felicidad en mi familia a pesar de los distintos avatares que a veces aparecen y rompen alguna sonrisa.
Todo esta bien.
Puedo apagar la luz.
Ya en casa cansada pero muy despierta, atenta al momento me sentía feliz, percibía felicidad en mi familia a pesar de los distintos avatares que a veces aparecen y rompen alguna sonrisa.
Todo esta bien.
Puedo apagar la luz.
14 febrero 2006
13 febrero 2006
Desde mi libertad
Hoy siguen los ataques por las caricaturas de Mahoma. No entiendo los fanatismos, me parecen arcaicos, lejanos a la evolución como si viese una película de antiguos bárbaros. Creo profundamente en la libertad de expresión, me conciencié de lo que significaba cuando de joven reivindicaba la libertad de expresión por el encarcelamiento de Boadella por la representación de la Torna. Hoy la Torna se sigue representando y Marc mi hijo, ha participado en el equipo de dirección. A veces la vida es como un círculo que se cierra con los años o con las circunstancias. La libertad de expresión es un bastión de nuestros valores, también lo es la democracia aunque sea capaz de gestar hechos como los del ejercito ingles, torturando, humillando, vejando a unos muchachos adolescentes que les tiraban piedras. A pesar de todo eso, de toda la corrupción que genera, también hay gente, instituciones, derechos que vigilan por la libertad, para poder decir aquello que queremos. Pero siguen los ataques y me asustan.
12 febrero 2006
Desde mi cama
Un domingo con sus particularidades propias, paseo matutino por la ciudad vacía en busca de los periódicos dominicales.
¿Pero donde ha estado la maravilla?
Los ciclámenes de mi ventana, realmente tienen luz propia, las hojas son tan tupidas que conservan la humedad de la tierra. Desde mi cama veo la ventana con las flores erguidas hacia el cielo, tan blancas y rojas, tan pletóricas de vida. He preparado una sopa de cebolla exactamente igual a la que disfruto algunos miércoles en un pequeño restaurante. La cebolla tiene la textura suave i dulce, la yema del huevo cuajada hace de tropezones junto con el pan, que sabrosa!
Otra pequeña maravilla.
Paseo con Bruna por mi barrio y descubrimos el coche de mi padre que vendió unos meses antes de morir. Me fijo en la matrícula y sus dos primeros dígitos son los mismos que los de la matrícula de mi nuevo coche, en el que desde un anterior post comentaba que sentía su presencia. El sol que no se ha prodigado en demasía ha visitado mis plantas y me ha llevado a la fantasía de vivir en la naturaleza. El I Ching, me lleva al exagrama 32 por segunda vez consecutiva, algo debo aprender….. tal vez la maravilla de la vida.
07 febrero 2006
Desde mi libre albedrio
Ayer Vanesa una psicioncóloga, que nos in-forma sobre la atención emocional a las personas con enfermedades avanzadas, incurables, terminales; nos cuenta que cree descubrir en sus 5 años de atención a todas estas personas que hay una forma de morir bien y es cuando la persona que va a morir cree haber encontrado significado a su vida. No se trata de sentarse y pasar horas pensando sobre el sentido de la vida. Tal vez se trate de vivir, de fluir con la vida, de mirar más tiempo el ombligo del otro que el propio. Seguramente el sentido de la vida no está en mi interior, en mi interior la libertad relativa acotada por mi propia esencia humana, mi destino a veces no expresado con claridad, sometido a tantas dificultades, mi libre albedrío para elegir como quiero que me afecten las dificultades. Pero el sentido me lo da el otro, el que está afuera porque le he permitido entrar.
Efectivamente se trata del significado.
06 febrero 2006
Desde una tarde de febrero
Por fin febrero anunciando la primavera. Tardes brillantes de sol y luz, la tortilla, la sardina colgada en una caña, el puerto, los enamorados, las Ramblas de mi ciudad. El azul intenso que desde la ventana de mi despacho me alumbra la mente. Febrero, seguramente el mes con las tardes más esplendidas. Un sentimiento de profunda libertad, la experiencia de vivir que se abre al oscuro. Apostada en un punto sin retorno apenas espero casi nada y estimo mucho casi todo. Todavía la inteligencia me fluye rápida y mis sentimientos se manifiestan a borbotones aunque ordenados. Distingo libertad en mi interior cada vez más iluminado, menor presencia de miedo. La libertad como espacio íntimo y casi innegociable. Un poco de soledad bien entendida, de la que enriquece y sobretodo mucho, mucho, mucho amor por todo y todos.
Gracias.
Que buen mes febrero.
05 febrero 2006
Desde la soledad del domingo
Mi madre se siente sola, es domingo por la tarde y ya se sabe que las tardes de los domingos son elegidas por la soledad para visitarnos. Me lo comunica por teléfono, enfadada. Cree mi madre que la soledad es su enemiga y no entiende que debe aprender a seducirla, hacerla sentir cómoda a su lado, invitarla a un té con las mejores pastas; leerle en susurros un buen libro; ver con ella una película y ya satisfecha por el buen rollo, despedirla hasta otro día (seguramente domingo) donde juntas pasaran otro buen rato. Mi madre una mujer tan inteligente, le cuesta entender que lo que nos resistimos a aceptar persiste en nuestra vida de manera insistente y machacona.
¿La soledad es una ilusión de la mente? No podria afirmarlo con rotundidad, pero sí se que hay que aprender a acogerla, a saber que nos dice, lo que quiere de nosotros, lo que podemos nosotros ofrecerle.
¿La soledad es una ilusión de la mente? No podria afirmarlo con rotundidad, pero sí se que hay que aprender a acogerla, a saber que nos dice, lo que quiere de nosotros, lo que podemos nosotros ofrecerle.
Llenar la vida de espacios ricos en colores, sabores, sonidos, imágenes que ofrecerle, dejar que elija de entre todo aquello que más le plazca: un concierto, una lectura, una confidencia, un buen poema, un espacio de creación y darle la posibilidad de crecer contigo para que se vaya feliz cuando llegue una visita para abrazarnos.
Desde el rincón de la niebla
Bien podría parecer lo que no es, pero eso no es posible porque todo sucede mientras me balanceo en un antiguo columpio de dos plazas y aunque sola o tal vez por eso, callo canciones. Algunos acordes pasean por la mente y una nube de silencio los envuelve y así una vez y luego otra enmudezco las primeras notas de la tercera arabesca de Debussy, o unos acordes de piano de la canción “lagrimas negras” o……
Así pues mientras mi mente anda entretenida en el silencio, un pajarraco vuela en círculo por un cielo granate y limpio. Sin intención el vaivén del columpio se hace más suave, dos árboles que creen protegerme, parecen crecer unos centímetros para otear más cerca del cielo. Un peso sonoro se desploma por mis oídos camino de la barbarie de la calle y por fin cae la noche liberando en mi mente las canciones mientras en mi boca una sonrisa me informa de que cierta felicidad me visita.
Así pues mientras mi mente anda entretenida en el silencio, un pajarraco vuela en círculo por un cielo granate y limpio. Sin intención el vaivén del columpio se hace más suave, dos árboles que creen protegerme, parecen crecer unos centímetros para otear más cerca del cielo. Un peso sonoro se desploma por mis oídos camino de la barbarie de la calle y por fin cae la noche liberando en mi mente las canciones mientras en mi boca una sonrisa me informa de que cierta felicidad me visita.
En el espejo unos ojos inesperados.
El pájaro se adormece sobre una antena.
Realmente bien podría parecer lo que no es………..
04 febrero 2006
Desde el corazón de la alcachofa
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