23 marzo 2006

Desde alfil dos reina

Vuelvo a disfrutar cada dia de una particular partida de ajedrez dialectico-informàtico-textual. El mecanismo es el que sigue: apertura (peón 2 reina) y aparece un tema relacionado con el saber vivir. El tema tiene que ver con lo interno y profundo de la búsqueda de significado, también con lo relacionado con el entorno, aunque menos.
Mi compañera de juegos es Montse, una casi hermana llamada tradicionalmente cuñada. Ambas nos conocimos jóvenes y ambas nos hemos visto crecer, desde el cariño y cierta distancia que nos ha hecho cómoda la relación, por una vida ya de bastantes años. Nos hemos visto sufrir y reír, hemos compartido ciertas ilusiones y hemos descubierto algunos caminos de utilidad para seguir por la ruta vital en la que hemos coincidido.
Un día, ya no se cuando, descubrimos incertezas comunes, temas sin resolver que cada cual des de su posición intentaba reubicar y entonces compartimos interrogantes.
Otro día, tampoco recuerdo muy bien como fue, iniciamos este juego que nos ayuda a reflexionar sobre el sentido de la vida, de las cosas de la vida y de las personas de la vida (de nuestra vida).
Ha habido algún parón que hace poco hemos reemprendido y ayer Montse me regaló con una frase que me despertó de cierta somnolencia vital. Su jugada fue (alfil 2 reina):
Precisament per això, cada dia em sento més contenta de veure que a la meva edat (solo tiene 54 años), totes les fites que em vaig posan davant les aconsegueixo i és com si anés experimentant cada dia un nou creixement!....
Gracias Montse, es un placer jugar contigo.

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