12 febrero 2006

Desde mi cama

Un domingo con sus particularidades propias, paseo matutino por la ciudad vacía en busca de los periódicos dominicales.
¿Pero donde ha estado la maravilla?
Los ciclámenes de mi ventana, realmente tienen luz propia, las hojas son tan tupidas que conservan la humedad de la tierra. Desde mi cama veo la ventana con las flores erguidas hacia el cielo, tan blancas y rojas, tan pletóricas de vida. He preparado una sopa de cebolla exactamente igual a la que disfruto algunos miércoles en un pequeño restaurante. La cebolla tiene la textura suave i dulce, la yema del huevo cuajada hace de tropezones junto con el pan, que sabrosa!
Otra pequeña maravilla.
Paseo con Bruna por mi barrio y descubrimos el coche de mi padre que vendió unos meses antes de morir. Me fijo en la matrícula y sus dos primeros dígitos son los mismos que los de la matrícula de mi nuevo coche, en el que desde un anterior post comentaba que sentía su presencia. El sol que no se ha prodigado en demasía ha visitado mis plantas y me ha llevado a la fantasía de vivir en la naturaleza. El I Ching, me lleva al exagrama 32 por segunda vez consecutiva, algo debo aprender….. tal vez la maravilla de la vida.

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