Los fines de semana tienen el placer de lo diferente, se rompen los hábitos y se construye el ocio. En ese espacio aparece lo no habitual pero más placentero, lo más esencial que no es otra cosa que vivir desde uno mismo y se aparcan las obligaciones, la limitante creencia de “ganarás el pan con el sudor de tu frente” o lo que es lo mismo “sobrevivirás a golpes de infelicidad”.
Algo falla en la fórmula del vivir que hace que tan poca gente se levante con la sensación de que hoy es un campo de infinitas posibilidades todas confabuladas para hacer de ese día un lugar de creación.
Afinemos nuestros sentidos, démosle al cuerpo lo que le va bien al cuerpo, silenciemos la mente por un corto tiempo y agradezcamos todas las cosas que nos van a suceder.
Pero no sólo los fines de semana, especialmente mañana lunes, en los días lunes se acumulan un mayor número de muertes
¿Por qué será?
Algo falla en la fórmula del vivir que hace que tan poca gente se levante con la sensación de que hoy es un campo de infinitas posibilidades todas confabuladas para hacer de ese día un lugar de creación.
Afinemos nuestros sentidos, démosle al cuerpo lo que le va bien al cuerpo, silenciemos la mente por un corto tiempo y agradezcamos todas las cosas que nos van a suceder.
Pero no sólo los fines de semana, especialmente mañana lunes, en los días lunes se acumulan un mayor número de muertes
¿Por qué será?
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