En el coaching se dice que toda persona tiene un don, algo que le es imposible no hacer por mucho que lo intente. Algo que lo significa y lo diferencia del resto de personas. Encontrar ese don es necesario para que todo sea más fácil. Quiero decir que si trabajas y vives desde tu don (Vaya frase acabo de escribir como si trabajar no fuera vivir) la vida es más sencilla.
Hablo del sentido de la vida, de mi vida y de la tuya. Hablo del saber responder a la pregunta: ¿Para que estoy aquí? ¿Qué he venido a hacer? Cuando uno lo descubre y se orienta hacia ese propósito de vida, ésta deja de ser un camino de esfuerzo para convertirse en un camino de satisfacción, un camino lleno de sentido.
Hay un sentido natural. Jordi y Marta, están llenos de sentido vital esperando a su bebé. Los hijos, que se alargaran más que nosotros en el tiempo, que irán más allá de donde nosotros lleguemos, nos llenan de sentido: “He nacido para dar vida”, es una razón, pero no es la única ni la primordial, si lo fuera nuestro sentido no estaría en nuestro centro, si no en el centro de otros. Mejor es que nuestro centro no esté desperdigado porqué sería fácil perderlo. Creo que es un proceso necesario explorar más allá.
Me encanta el tema, pero yo no quería hablar del sentido si no de los dones innatos, y todo eso porqué ayer por la tarde fui a ver y oír a la Sra. Enriqueta Carrillo. Una excelente actriz y gran rapsoda.
Desde que la oigo recitar hace ahora 35 años, que no he dejado de admirar su poder de transformación. Cuando ella se sube al escenario y empieza a recitar, hay algo que no acierto a saber qué es, que la transforma en el personaje que interpreta. Ella gesticula poco con las manos, pero domina como nadie la inflexión de su voz, controla los silencios, modula el gesto y saca del público una tras otra todas nuestras emociones. Ella allí arriba no es una mujer de 90 años recitando, es la Gloria apasionada del Hostal a sus 40 años, la Flora divertida y coqueta a sus 60, la “viuda enamorada”….. es quien ella elige ser.
Ayer, en otro de los muchos homenajes que le han hecho, otros rapsodas lo dijeron todo. …..
Es que además Enriqueta es una persona admirable, bondadosa, tierna, inteligente, con carácter y tiene un don que en su caso es la interpretación. Así que vuelvo al principio.
En estos 35 años he disfrutado mucho de su don, y siento que no haya sido posible que “el gran público” (por utilizar ese eufemismo) no lo haya podido conocer y reconocer.
Pero a veces, también es importante decirlo, el placer de los dones ajenos nos es regalado a algunos privilegiados. Yo me siento privilegiada de que Enriqueta, haya entrado en mi vida y me acogiera como a una hija. Yo a cambio de su generosidad le di dos nietos y su alegría todavía inunda mi alma.
Hablo del sentido de la vida, de mi vida y de la tuya. Hablo del saber responder a la pregunta: ¿Para que estoy aquí? ¿Qué he venido a hacer? Cuando uno lo descubre y se orienta hacia ese propósito de vida, ésta deja de ser un camino de esfuerzo para convertirse en un camino de satisfacción, un camino lleno de sentido.
Hay un sentido natural. Jordi y Marta, están llenos de sentido vital esperando a su bebé. Los hijos, que se alargaran más que nosotros en el tiempo, que irán más allá de donde nosotros lleguemos, nos llenan de sentido: “He nacido para dar vida”, es una razón, pero no es la única ni la primordial, si lo fuera nuestro sentido no estaría en nuestro centro, si no en el centro de otros. Mejor es que nuestro centro no esté desperdigado porqué sería fácil perderlo. Creo que es un proceso necesario explorar más allá.
Me encanta el tema, pero yo no quería hablar del sentido si no de los dones innatos, y todo eso porqué ayer por la tarde fui a ver y oír a la Sra. Enriqueta Carrillo. Una excelente actriz y gran rapsoda.
Desde que la oigo recitar hace ahora 35 años, que no he dejado de admirar su poder de transformación. Cuando ella se sube al escenario y empieza a recitar, hay algo que no acierto a saber qué es, que la transforma en el personaje que interpreta. Ella gesticula poco con las manos, pero domina como nadie la inflexión de su voz, controla los silencios, modula el gesto y saca del público una tras otra todas nuestras emociones. Ella allí arriba no es una mujer de 90 años recitando, es la Gloria apasionada del Hostal a sus 40 años, la Flora divertida y coqueta a sus 60, la “viuda enamorada”….. es quien ella elige ser.
Ayer, en otro de los muchos homenajes que le han hecho, otros rapsodas lo dijeron todo. …..
Es que además Enriqueta es una persona admirable, bondadosa, tierna, inteligente, con carácter y tiene un don que en su caso es la interpretación. Así que vuelvo al principio.
En estos 35 años he disfrutado mucho de su don, y siento que no haya sido posible que “el gran público” (por utilizar ese eufemismo) no lo haya podido conocer y reconocer.
Pero a veces, también es importante decirlo, el placer de los dones ajenos nos es regalado a algunos privilegiados. Yo me siento privilegiada de que Enriqueta, haya entrado en mi vida y me acogiera como a una hija. Yo a cambio de su generosidad le di dos nietos y su alegría todavía inunda mi alma.
3 comentarios:
Precioses paraules impregnades de sensibilitat.
Gràcies perque les he disfrutat.
Petons.
Angels: Estic molt agraïda de les teves paraules i molt contenta de veure que la meva estimació per a tu és corresposta.
Reb una abraçada i molts petons.
Certament aquesta familia que som te molt d´especial, tendre i peculia. Cada un dels seus components te virtuds, mes o meins reconegudes o explotades, que els fan sers entranyables, i l´Enriqueta es potser, l´exemple mes clar. Boniques i sentides les teves paraules , la dedicatoria del Marc al estimat Pepe, els 29 anys del Roger, els 2,4 cms del fill del Jordi i la Marta, les fotos de la Montse i el Ramón.....
Petons per tots
Enric i Carme
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