De negros agujeros

Ahora pensemos en nosotros mismos como si fuéramos pequeñas moléculas dirigiéndonos rápidamente hacia un enorme agujero negro, invitaba la maestra a un grupo de adolescentes feos de la muerte……pero que en un par de años se convertirían en cisnes apreciados y apetecibles. Uno de ellos al que llamaremos B se imaginaba volando en dirección al misterioso agujero transmutado en cuarto negro al que invitaba a la maestra a entrar y una vez allí aislados por la oscuridad ambos descubrían las densidades de las moléculas. Otro, que llamaremos C, se perdió entre fantasías futuristas en las que una vez absorbido por el agujero negro, una inmensa mujer tetuda con la cara de la maestra, lo acogía obviamente en su seno. Un tercero que llamaremos D, que ....en fin para que seguir.....
Así que ella (la maestra), se fue a casa eufórica aunque no entendía muy bien el porqué, ya que no había conseguido interesar a sus alumnos de la importancia del misterio de la atracción hacia los agujeros negros.