19 abril 2007

Ahora sí!

Hoy ha sido un día estresante.
Un día estresante suele ser un día pletórico en entretenimientos, alejado del silencio, escondido a cualquier manifestación de armonía, envuelto en sorpresas, risas y demás alegrías un tanto vacías. Uno de esos días en los que cuando escucho el Stabat Mater de Pergolesi no me emociono.


Un día perdido entre los recovecos mentales y poco autentico en lo esencial.

Cuando esa sensación me invade me digo: Ándate con cuidado que los días tampoco son interminables y es importante no perder el tiempo con futilezas de inutil significado y anclarse en lo esencial.
Alguien me ha dicho que es sanador, que tiene el don de la curación y claro le he invitado a comer. Otra me ha dicho que está en un colapso profesional y se muestra atacada pero cuando voy a atenderla desaparece. Alguien quiere que sea más prudente y otro que no quiere que cambie.

Cuando salgo del trabajo me encuentro a mi amiga atacada literalmente por un mindundi y me hace recordar otros malos tiempos.
Desde el coche y camino a casa, he llamado a mi madre que me manifiesta uno de sus descontentos (hija mala) pretendía llamar a mi hijo pero lo desestimo porqué anda tan ocupado que me largará en 1 minuto (mala madre) Pensaba comprar una casa de madera y ponerla en un lugar en el que me informan que no se puede (poco previsora) Quería descansar y estoy escribiendo este nuevo post (indisciplinada) Queria comer espárragos y aquí estoy tomando queso con coca-cola (poco voluntariosa) Pero aún así he sobrevivido, he atendido, he pactado, he reído y a pesar de la intrascendencia me he sentido razonablemente bien.
Por fin escucho a Pergolesi y ahora sí!

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