Adeu amic

Un fin de semana tranquilo y triste, Lluís director de la Televisión de Mataró a quién le habían diagnosticado un cáncer de páncreas e hígado y un pronóstico de 6 meses, alargó su vida 6 meses más de los previstos, pero la madrugada del pasado viernes falleció. Hacía apenas tres semanas que había hablado con él, conocía su entereza, su buen ánimo, su valentía. No daba sensación de angustia, tampoco de miedo. Nos reímos de la vida municipal y él no sé cortó para nada hablando de futuro, un futuro que sabía que se le escapaba.

La vida se le fue a los 59 años y me he sentido especialmente afectada porqué desde pequeñita admiro profundamente a l@s valientes. A los que saben plantar cara a la vida y a la muerte. Un amigo de Lluís relataba que se encontraron apenas le habían diagnosticado el cáncer y su mal pronóstico y Lluís le dijo “sis mesos donen per fer coses i si no…, mala sort”. Así era Lluís un hombre integro y valiente.

Para no perder esa fuerza que su ejemplo me ha regalado, elijo ir al cine y ver la película “Las alas de la vida” en la que el director de cine Antoni Canet recibe la petición de su amigo el doctor Carlos Cristos de hacer un documental sobre la enfermedad de éste, aquejado de una enfermedad (atrofia sistemática múltiple) que lo invalida progresivamente hasta la muerte. Durante el documental filmado con gran honestidad el doctor Cristos de 50 años nos muestra como la lucha por la vida no esconde más bien al contrario la dignidad del bien morir.

Hay momentos que Carlos mira hacia el horizonte, en silencio con una mirada que se proyecta lejos, más allá de dónde nosotros podemos alcanzar y recuerdo a Lluís mirando por la ventana de mi despacho con la misma mirada, la misma proyección hacia un futuro cierto y quizás transcendente.
He hablado muy poco este fin de semana, he paseado entre el silencio y la música y me he ahorrado palabras que dicen poco. Como homenaje “la misa de difuntos" de Tomás Luís de Victoria.
Gracias amigos por vuestra valentía.