Los mensajes

Durante ciertos intervalos de tiempo, que no he cuantificado, un elemento extraordinario con forma de susurro pasa justo al lado de mi oreja con la intención de comunicarme una frase o tal vez una verdad. Es como un juego en el que mi papel consiste en relacionar esa palabra o frase con un sentimiento, pensamiento o emoción y creerme que la palabra me rebela un camino.
Mis amigos psicólogos al leer esto tendrán confirmación de mi esquizofrenia, aunque desde aquí les digo que yo con mis neurosis voy servida.
Sigo porqué creo, como decía ayer, o tal vez más que creer me resulta divertido, pensar en cierto realismo mágico por el cual les cosas se conjuran para hacernos felices o como en mi caso darnos pautas para acercarnos al camino (de la felicidad). Otra cosa es que seamos capaces de atender i/o interpretar esos signos o en el caso que nos ocupa, las palabras que como susurros nos regala el viento.
De ahí que os cuento que esta mañana al salir a la calle un susurro en forma de palabra ha dibujado un “te lo dije”. Te lo dije, me he ido repitiendo. Vaya se trata de un mensaje recordatorio de otro, puesto que ya “me lo dijo”. Así que he ido recordando otros mensajes. Como quiera que mi pensamiento es raudo y veloz ha chequeado la información de mis neuronas y solo recordaba dos emisiones en forma de susurro (hay mensajes en las carteleras de anuncios o espectáculos….siempre hay frases precisas o palabras en el contexto de una conversación ajena, o…en fin, que se convierten en mensajes).
Dos susurros decía me venían al pensamiento pero ninguno relacionado, así que aquí me tenéis buscando significado a un susurro.
¿Y qué mejor cosa podría hacer, no creéis?