14 junio 2006

Hacia el goce

Posiblemente por efecto de la descarga de adrenalina de ayer que aún me dura, hoy se me ha ocurrido la maravillosa idea de divorciarme y volverme a casar. Ya veis entre hormonas anda el juego.
Bien en todo caso y para no volverme atrás fácilmente me he puesto en la indecible labor de anunciarlo a bombo y platillo.
Gracias, gracias a todos por las felicitaciones y vaya, vaya la que vamos a liar.
Lo advertí en el post “Desde otra etapa” y aquí estoy cerrando círculos y preparándome para gozar.
Me ilusiona la idea de sentir el goce de la vida acompañada por mi pareja. Seguir transgrediendo, transcendiendo y recogiendo experiencias para llenar mi saco vital.
La magia de mi vida tal vez haya sido la buena compañía de la que siempre he gozado. Enric fue y es el hombre de mi vida (punto) el padre de mis hijos, mi mejor amigo y una de las personas más queridas por mi. Combina dos características la inteligencia i la generosidad que juntas lo hacen un ser especial e insustituible y me encantaría ir con él al encuentro de mi nueva vida.
Mi nueva vida no es nueva, Mon y yo hace 14 años que alimentamos esta relación de amor. Seguramente es la persona con la que he crecido más. Viva, alegre, positiva, magnánima, segura, tranquila y con una sabiduría asentada en un corazón generoso. Es, ha sido y será una roca. Ella sabe todo lo que eso significa. Y además lo sabe todo de mi.
Basta de romanticismo pero es justo decir que ambos son los compañeros más preciados para mi, porqué ambos me han ayudado a ser mejor.
Gracias compañeros y que la vida generosa nos de muchos más años de felicidad
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