29 octubre 2005

Entre reencuentros

Que abandonado he tenido mi blog y en cambio en estos días cuantas cosas han pasado. Nuria contó en el grupo de duelo un sueño con mensaje que cambió su idea de la vida más allá de la muerte. La entendí desde mi propia experiencia y como si de una invitación se tratase, salieron más personas explicando también ciertas revelaciones de sueños con sus seres amados ya fallecidos. Prácticamente todos esos sueños ofrecen el mismo mensaje que se resume en: Estoy muy bien, no te entristezcas y por favor sigue con tu vida. Me parecen experiencias impactantes y reveladoras, tremendamente amorosas, de las cuales despertamos con una sensación de bienestar inusual, con otra cualidad en la percepción, tal vez más profunda. ¿Mundos paralelos?
Cuanto ignoramos y por ello cuanto sufrimos tal vez inútilmente, porque creo que en el duelo a parte del sufrimiento por esa vida que nos ha sido robada, existe nuestro propio horror al vacío, la incertidumbre de nuestro ego hacia nuestra propia muerte y la sinrazón de esta vida que no acabamos de entender. Cada cual tratamos de componérnoslas como podemos, como sabemos, o como intuimos para darnos una explicación y esa última opción para mí es la mejor. La voz interna, la vozprofundaquetodolosabe tiene ciertas formas de manifestación en la intuición.
Me pregunto mil veces ¿Cómo seríamos los humanos si no temiéramos la muerte? ¿Cómo sería yo desposeída del miedo a morirme? Mi intuición me ofrece, a modo de respuesta, una sensación de libertad que me indica el camino a seguir.

El anterior fin de semana en el balneario. A las 8,30 de la tarde, en la piscina caliente, al aire libre, flotando en el agua, relajada mirando un cielo lleno de estrellas, escuchando mi respiración relajada y aumentada por la distorsión del agua, algo parecido a la sensación de un yo feto flotando en el liquido amniótico de una madre tierra que me espera. El “quid” de la cuestión es saber para qué me espera. Se trata de descubrir el sentido de la vida, de cada una de nuestras vidas.
Mon disfrutando como yo el momento, los masajes, la buena comida, el relax, las risas y después una semana un tanto complicada en el centro y más despejada hacia el final.
Bien todo está en orden, así lo siento aunque hoy sábado a les 19,06 mi casa está llena de polvo y unos paletas parecen no querer dejar de trabajar.

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