10 abril 2008

Mes Tibet

El mundo está cambiando y yo que me alegro. En el anterior post comentaba el tema de China y sus juegos Olímpicos. Pero creo que me quedé con las ganas de más porqué aquí estoy de nuevo dale que dale con el tema.
Me parece muy significativo de la sociedad de hoy el boicot organizado al paseo de la Antorcha Olímpica denunciando a una Nación que tiene sometido a un país que a su vez tiene como mayor representante a un hombre justo, sabio y espiritual, el Dalai Lama en el cual tengo depositados mis respetos.

El Tíbet es un referente para la espiritualidad budista y no cae bien que otro país que pretende organizar unos Juegos Olímpicos insista en no salir de un lugar en el que no debe estar.
Me gusta el tema porqué une diferentes aspectos que me interesan, la espiritualidad, una lucha que consiste en no dejar mostrar el poder del invasor apagando la llama Olímpica, que se ve obligada a ocultarse más que mostrarse. El poder de la sociedad civil y especialmente de les organizaciones no políticas que cada día tienen más poder a la hora de denunciar ciertos hechos alarmantes por injustos, de regular algunas acciones políticas, de forzar gestos, por algo se empieza, pero ya algunos mandatarios se ven forzados a manifestar su no presencia en la inauguración del evento.
Recuerdo las manifestaciones denunciando la guerra de Irak en Barcelona, pero también en Europa.
China despierta de un largo letargo y parece que lo hace con mucha fuerza, su economía evoluciona con rapidez y sus propuestas parecen cada día más aperturistas, pero no con el Tibet, no con el Dalai Lama en Dharamsala. Así no.


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