14 noviembre 2007

De oníricas aventuras

Los esfuerzos de la jornada se diluyen entre las sábanas; a veces toman formas fantasmagóricas que inquietan, otras veces el sueño las diluye y no quedan restos de recuerdos. En el sueño hay cierta magia que nos pasea entre caminos llenos de interrogantes. Los dolientes reviven escenas que consuelan o no y el infierno en el sueño se hace insoportable.
De los espacios oníricos se sabe poco.
Creo que en la noche y mediante el sueño, vivimos de nuevo, otras vidas, otros momentos, algunas revelaciones nos son regaladas en ese espacio. En este blog he explicado alguna que otra experiencia que ha sido importante.
Entrar en el espacio de los sueños es como vivir una muerte pequeña y lo que sucede a partir de ahí es impredecible.

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