27 septiembre 2006

Contra el miedo

Tengo un mal presagio y un temor. Hoy ha saltado la noticia: La directora general de la Deutsche Oper de Berlin, Kirsten Harms ha decidido coaccionada por algunas amenazas suspender la ópera Idomeneo rey de Creta.
Contaba en un anterior post la comida en casa de Roger y la controversia suscitada sobre el tema de las disculpas del Papa. Aparecieron distintas opiniones, sobre si se debe hacer burlas o simplemente críticas de símbolos especialmente venerados por otras culturas, cuando estos hieren la sensibilidad de algunos colectivos. Advertí del peligro que representa minar cuando no autocensurar nuestra libertad de expresión. Creo en el respeto como uno de los valores más fundamentales de la convivencia, pero sobre todo creo en la libertad y hago mías las palabras de la cancillera federal alemana, Angela Merkel cuando dice:"No podemos ceder cada vez más por miedo a los radicales violentos". No senyores no nos podemos tolorer la autocensura por miedo aún a pesar del pánico que nos pueda provocar la acción de los violentos.
”Alí Kizilkaya, presidente del Consejo del Islam en Alemania, indicó el martes que la escena de la cabeza de Mahoma "hiere los sentimientos de los musulmanes", y añadió que "entre una ópera y una caricatura no hay ninguna diferencia", por lo que creyó necesario retirarla del cartel. "El arte es libre, pero debe respetar a todo el mundo", subrayó Kizilkaya.” Citado en El Periódico.

Comprendo el miedo y entiendo el miedo que manifiesta la directora y la responsabilidad que una decisión como esta supone, pero las luchas a favor de las libertades siempre han supuesto riesgo, compromiso y tragarse el miedo por una idea colectiva que nos llevase a vivir más libres, a ser más auténticos, a expresar aquello que pensamos sin miedo a las represalias, a los castigos, a las amenazas.
Lo aprendí a los 16 años cuando en mi habitación guardaba los panfletos contra la dictadura que teníamos que colocar, en Montserrat con el riesgo que significaba. Lo entendí cuando a los 18 años corríamos delante de los grises que iban armados hasta las cejas. Tuve miedo cuando el golpe de estado pero me fui con mi amiga Asun a la charla sobre el divorcio que la Empar Pineda daba en Poble Sec. He sufrido miedo, lo sufro y lo sufriré. No soy nada valiente pero como todos mis amigos, gente de mi generación, aprendimos a tragarlo para seguir sintiendo una cierta dignidad y un cierto compromiso con aquellos valores que nos han construido y allí están aunque a veces nos queramos despistar.
No estoy en guerra, como pretende Aznar que creamos contra el ISLAM, no estoy en guerra contra ninguna cultura porque creo que los hombres y las mujeres estamos en permanente lucha para mejorar la especie. Porqué creo en los que cada día se levantan con una ilusión y construyen, día a día este planeta donde quiera que esten y con cualquiera de las lenguas con que se expresen.
Pero sí estoy en guerra con los violentos. Con los violentos del norte y con los violentos del sur. Con los violentos ricos y con los violentos pobres y no me voy a permitir callarme ante tanta estupidez,
Rubianes ha dicho: “Me siento como el Papa, a él lo amenaza la Yihad Islàmica y a mi Yihad Hispànica.....que más o menos.”
Estoy de acuerdo

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