Adios amigos

Agradezco los cientos de consejos que mis miles de lectores i lectoras me habéis regalado para que Bruna y yo mejoremos nuestra relación. No os puedo agradecer a tod@s personalmente (sería una labor ingente) y no tengo tanto tiempo.
A aquellos que todavía no han escrito nada pero que sí han pensado en ello, todavía estan a tiempo, recordad que el post se titula “La Venganza”. Al resto (una mínima parte de mis seguidores) que os habéis mostrado indiferentes ya me pediréis consejo ya!

Este fin de semana ha estado ligado a la vida y la muerte. Han muerto dos personas de edad avanzada familiares de amigas mías. Un abuelo que murió rodeado de los suyos, seguramente a destiempo, (siempre pensamos que es a destiempo) y una abuela, que murió en soledad y que tuvo la inmensa desgracia de ver morir a su hijo. Nos parece importante para los que seguimos en este camino que conocemos como vida, despedir con duelo a nuestros muertos y siento un vacío muy profundo cuando alguien deja esta vida, su azarosa vida (todas las vida lo son) sin apenas acompañamiento, sin que apenas nadie note su vacío. Es propio de las vidas longevas morir en una cierta soledad sin apenas lágrimas porque todos hemos podido hacer nuestro duelo anticipado, y hasta pensamos razonablemente que su actual situación de cadáver es mejor que una vida ya ausente de casi todo. Y tengo la íntima sensación de que en soledad o en compañía la muerte es igual de dulce cuando nos acoge y nos leva al reino del vacío fértil y aún así me viene a la mente los versos de Miguel Hernández “ Tanto penar para morirse uno”, se abren mis resistencias.

Pero también ha sido un fin de semana lleno de vida, estrenando la terraza de Tania y Roger en la comida final de verano, que por problemas de agenda, la hemos celebrado en otoño. Una comida llena de vida, de ideas, de discusión sobre la libertad de expresión, las inoportunas declaraciones del Papa de Roma, la inmigración y la alianza de civilizaciones. Unas discusiones muy desordenadas en las que nos atropellamos los unos a los otros para proclamar nuestra opinión, que no para imponerla….porque nadie se deja, que si no……

En fin una familia de librepensadores, que suerte tengo!